En el camino hacia una relación, hay momentos que lo atemorizan más de lo que él mismo admite.
Los hombres esperan con ansias el primer beso, el primer revolcón en la cama, etc. Pero algunas de esas "primeras veces" son temibles para él. A continuación, lee cómo ayudarlo a pasar con éxito por esas situaciones.
Conocer a tus amigas
Unir a tu chico con tus amigas es como mezclar tequila y trampolines: puede ser un éxito... o un desastre total. Pero una ligera preparación puede ayudar a que todo salga bien. "Nery me dijo que una de sus amigas tenía un perro y que a otra le gustaba hablar sobre sus lecturas", dice Ismael, de 26 años. "Saqué a relucir esos temas y fue un triunfo".
Pronosticar tus cambios de humor
Quizás te pongas que echas chispas cada cuatro semanas, cuando se acercan las Navidades o antes de entregar un trabajo. Pero si él no sabe el porqué, creerá que es la causa de tu mal carácter. Cuando los hombres pensamos que ustedes tienen un problema, nos apartamos y las abandonamos justo cuando más apoyo necesitan. "A los dos meses de relación, mi novia estaba muy molesta, pero insistía en decirme que no pasaba nada", cuenta Javier, de 29 años. "Después supe que ella tenía dificultades con el alquiler, y me hubiera gustado haber podido ayudarla en esos días". Una breve explicación (no se requieren los detalles) puede evitarle a tu chico pensar que él es el problema.
Dormir juntos
La primera vez que duermen juntos sin tener sexo puede resultar extraño para él. ¿Su vida sexual está en peligro? ¿El ha dejado de ser todo para ti entre las sábanas? Este es un momento en que debes ser muy comprensiva. Abrázalo cariñosamente mirándole a los ojos y envíale un mensaje al otro día diciéndole que hubieras querido no tener tanto sueño anoche, porque ahora él está más hot que de costumbre. Y demuéstraselo la próxima vez que estén juntos para alejar su pánico.
Atraparlo mirando a otra chica
Lo peor de salir con un hombre es que nosotros somos vulnerables. "El primer día que fui a la playa con mi novia, miré a una chica que llevaba puesto un bikini minúsculo", dice Marcos, de 27 años. "Ella me descubrió y se molestó". Mirar a otras mujeres es un instinto, no una ofensa. Si él es ridículamente rudo con respecto a esto, merece que le llames la atención y debe ofrecerte una disculpa. Pero alejarte de él o formar un escándalo te hará parecer insegura. Una mejor táctica: sonríe y coméntale algo como: "Es bonita, ¿no?" El sabrá que lo atrapaste, pero no lo sentirá como un regaño.
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